Santa Cruz de la Sierra es una ciudad próspera y moderna, pero no es todo de color de rosa, uno de sus principales flagelos – poco abordado- es la situación de vida de los niños, niñas y jóvenes que trabajan y viven en las céntricas calles de la ciudad.

Esta exposición dedicada a esos niños, niñas y jóvenes, quienes llenos de sueños, garras por vivir y voluntad de hacer lo correcto, pero necesitan atención, cuidado y amor.

La Exposición muestra el acompañamiento permanente con los niños y jóvenes, basado en el amistad y la orientación. También es una muestra de las destrezas que adquieren  para el sostenimiento de su vida.

 

LIMPIAPARABRISAS

Es lo que más hacen los niños, niñas y jóvenes que viven en la calle, para vivir el día. Las ofertas laborales para ellos son muy pocas, y lamentablemente, todas implican algún riesgo físico o emocional ¡que mal aprovechamos los adultos sus desbordante creatividad para cambiar el rumbo del mundo¡. 

Además, recuérdese que algunos  trabajan para ellos mismos, otros aportan a la familia, y otros pagan el derecho a no ser abusados, pero todos en común buscan tan solo sobrevivir.

DOMINGO, SON LAS 14:00 HORAS

En casa del pobre hasta el niño trabaja, así pasa con más de 3.000 infantes obligados a trabajar en las calles de la ciudad de Santa Cruz, de lunes a domingo. Entonces, una reflexión primero, el trabajo es bueno cuando enriquece destrezas de vida, une a la familia y la comunidad y explota la creatividad; lo que no debe hacer es aburrir, es dar sensación de peligro, es abusar. 

Entonces, digamos No a la trata infantil laboral.

INVISIBLEMENTE ABURRIDOS

L@s niñ@s que viven o que trabajan en las calles están a vista de todos; pero resultan invisibles cuando de derechos fundamentales hablamos. Duele saber que esos niños pasan su aburrimiento en una delgada acera de una ruidosa y peligrosa avenida. La falta de vivienda, una familia, educación, salud, son algunos de sus derechos vulnerados.

 Los Estados deben mejorar las condiciones de los niños en general, y de los niños en situación de calle en particular. Facilitar la acción y metodologías integrales de la educación de calle profesional es un camino.

 

A LA ORDEN DE LOS SENTIMIENTOS

La educación es tan personal como cada lo es cada niño y niña del mundo. Estar a la orden de los sentimientos no es más de considerar el estado de animo de los estudiante cuando llegan al aula, significa dejar atrás el programa para reanimar a uno, o muchos, estudiantes desencantados del día. 

Esto se logra escuchando con empatía,  orientando en base a los derechos universales y, acompañando en la resolución, esta es una de las tantas labores de un educador de calle. 

 

CONTEMPLAR VALORES

Realizamos ciclos de cine con valores, porque las películas nos enseñas realidades que no conocemos, a sentir empatía o disgusto hacia algo, a seguir el hilo y centrar al atención, a ser sensibles a los detalles. 

Después de ver la película conversamos sobre los valores aprendidos, y pensamos como ponerlos en práctica.

 

 

MADRES.

Quedar embaraza y terminar en la calle, es un mal escenario para un niño, su madre y el ausente padre. Además de los riesgos a la salud, un bebe que nace en la calle, se cría en la calle, se relaciona en la calle y muere en la calle, es una realidad lacerante.

Ya hay tres generaciones de personas viviendo en las calles, hablamos de abuelas, madres e hijos.  

EL TRABAJO DE CALLE

Siempre algo que hacer. En aquella  ocasión teníamos que invitar a todos al ciclo de ‘Cine con Valor’, con animo recorrimos muchas calles, avenidas, drenajes y semáforos, invitando a todo niño y niña que vimos. 

Lo cierto es que hace bien salir de aquellos hostiles lugares toda vez que sea posible, ya que merecen contrastarlo con un ambiente amigable.   

 

PENSATIVO… 

El trabajo y la educación aún no se llevan de la mano en Bolivia. Esto ha causado que, en lo que va del año, 190.000 niños y niñas, de 6 y 13 años, no asistieran a la escuela.

 

LLEGÓ NAVIDAD

Un día de esos decidieron celebrar  la navidad como en casa, así en medio del semáforo plantaron un árbol, y en familia (el grupo) adornaron entre todos. 

Se convirtió en una tradición de navidad instaurada en una céntrica avenida de la ciudad de Santa Cruz.

 

 

El helicóptero

Fue en de la calle, un lugar de encuentro para ellos, algunos pasan gran parte de su tiempo allí; otros duermen bajo sus aspas, o en las calles de alrededor. 

Como sea, ahí siempre hubo niños de la calle –dicen-, nosotros los observamos hace 5 años, desde que trabajamos como voluntarios.

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LA AMISTAD. 

Siempre buscaras a esa  persona en la que puedes confiar esa historia profunda que quieres contar. 

En el trabajo social de calle se necesita presencia, involucrarse, compartir
experiencias, proponer, crear, motivar, acompañar; todo ello para orientar las mejores decisiones.

PASITO A PASITO. 

Esos niños marcan su propio ritmo y juegan en el peligro de la ‘calle’. 

Tienen fuerza, eso a no dudar; por eso, es importante recordarles que tienen la capacidad de transformar su realidad, limpiar sus emociones y proyectar sus ilusiones. 

Esa es la labor de una  Educadora de Calle, apoyar y acompañar en cada intento hasta lograrlo.

 

 

TRANSMITIR SENTIMIENTOS, ENSEÑAR AMARNOS

 ‘Latidos de paz, mi hermano’ significa la foto del grafiti en construcción, en memoria de un joven amigo de SON de VIDA, quien luego de salir de la calle, muriera a manos de pandilla que buscaba – como siempre- salvar cuentas  de sangre con rivales pandillas, que bajo efectos de alucinógenos, impactaron 17 puñaladas en nuestro querido amigo. Ya dijo un experto que la violencia no es más que al falta de inteligencia emocional en los niños y jóvenes, de nada servirá que aprendamos las matemáticas sino aprendemos el apego por la vida nuestra y la ajena.

JUNTOS GANAN MÁS

Todos los días, y cada que vez que cambia el semáforo, ellos hacen decenas de espectáculos en la hora “pico”, ellos saben cuando hay más espectadores. 

Uno maneja los machetes, el otro bolas de fuego, lo hacen juntos porque así ganan más, así se cuidan. 

Tremendas habilidades deberían fortalecerse, sostenerse y dar cabida en espacios seguros, esto es lo que aun falta hacer.

TU PUEDES.

A los niños y niñas tres cosas les decimos que deben cultivar toda su vida: hay que tener un corazón feliz, un cuerpo fuerte y un cerebro inteligente. 

Para ello nuestra labor es enseñarles a gestionar sus emociones (corazón), encontrar su pasión (inteligencia), y crear en movimiento (el cuerpo).

ENTRE EL JUGUETE Y EL TRABAJO, ESTÁ ÉL. 

Divertirnos lo hacemos desde bebes, trabajar según leyes internacionales y nacionales se reconoce a partir de los 14 años de edad. A quienes viven las calles jugar es algo difícil y trabajar dignamente es un sueño.

Ellos son parte del 70% de la población que vive de la  economía informal – dato estimado por expertos- aquella que no valora su esfuerzo, que no paga vacaciones, ni cobertura social. 

En 2008 -e incompletamente- OIT señaló que en Bolivia hay 850 mil niños y niñas que trabajan en situación de explotación, hoy el Gobierno central ‘estima’ los poco más de 900.000, algo preocupante ‘a todo nivel’

 

SIEMPRE HAY UN MOTIVO PARA SONREIR A LA VIDA

Los y las niñas que viven en situación de calle son un ejemplo de resiliencia, pues tienen una capacidad especial para adaptarse a su situación y encontrar motivos para ser felices. 

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